¿En serio no recuerdas aquellos momentos que vivimos juntos? ¿Acaso solo recuerdas todo el daño que te he hecho? ¿Es que no recuerdas esos besos, esas caricias, esos abrazos, esas conversaciones en el descansillo de la escalera que teníamos justo antes de que sonara el timbre?
No sé muy bien por qué fui así contigo. Pero, de verdad que lo siento, de todo corazón. No sé ni cómo ni cuándo ni por qué, simplemente pasó.
Pero créeme que no me arrepiento de nada de lo que ocurrió entre nosotros. Tú eres el único por el que he llorado, el único por el que realmente lo he pasado mal. ¿Y sabes qué? Tú eres el que realmente me ha enseñado la realidad de la vida.
No sé qué sería ahora de mí si no hubieras aparecido en mi vida, si no hubiera hecho alguna de mis tonterías esa noche de fiesta.
He llegado a decir que te quiero, que te odio, que eres un pesado... y a lo mejor ya no pienso nada de eso. ¿Sabes la única cosa que te dije que puede que todavía lo piense? Que eres lo mejor que me ha pasado en la vida.
Y no, no creo que seas un estúpido o un gilipollas, y en parte me siento culpable por hacerte sufrir de esa manera, a pesar de que tú hiciste lo mismo conmigo.
Pero, ¿sabes qué? Eso es el Karma.
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